La reducción de costos es un objetivo en muchas industrias, inclusive en las industrias textiles. Esto es natural, ya que al reducir los costos y el desperdicio, el proceso productivo se hace más lucrativo y la empresa más competitiva. Una de las formas de alcanzar ese objetivo es aplicando el concepto Just in Time (traducido para el español como «Justo a Tiempo»).
Para saber cómo funciona, cuáles son los objetivos y los resultados que puede proporcionar, ¡solo debe continuar la lectura de este artículo!
¿Qué es la metodología Just in Time?
Desarrollado por Toyota en la década de los 70, Just in Time comenzó a ser aplicado para solucionar un problema que la fabricante japonesa estaba enfrentando.
Era el periodo posguerra y Toyota necesitaba una metodología que permitiese la fabricación de diferentes modelos, en poca cantidad y con bajo costo, para poder aumentar su competitividad utilizando los pocos recursos que tenía en las manos.
Para eso, desarrolló el concepto Just in Time, también conocido como Sistema de Producción Toyota y, en el occidente, sistema Kanban, nombre dado a las tarjetas usadas para autorizar la producción y movimiento de artículos del proceso productivo.
La diferencia de esta metodología para el sistema productivo clásico es que, mientras en el sistema clásico de producción siempre hay un stock intermediario entre un nivel y otro para evitar que los errores en un nivel afecten el siguiente, en el Just in Time este stock no existe.
La producción es hecha por demanda, lo que significa que, primero el producto se vende y después se hace la compra de la materia prima y, en seguida, su fabricación. Con esto, los insumos llegan al local de uso apenas en el momento de la producción y el stock no se queda estacionado.
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¿Qué resultados son obtenidos?
A pesar de que no se gana tiempo para la resolución de problemas entre cada nivel, es justamente esta la ventaja que lleva a la optimización del proceso y también a la reducción de costos.
Esto ocurre porque el stock que sirve para evitar que se detenga la producción, puede acabar camuflando los errores del proceso, generando desperdicio de materiales e ineficiencia.
A partir del momento en el que una falla en cualquiera de las etapas perjudica automáticamente las otras, hay un cuidado mucho mayor con la prevención de los errores y también con la eficiencia de los procesos.
Las fallas dejan de ser vistas como inevitables y, al ocurrir, son creadas las soluciones para eliminar los errores definitivamente.
Con eso, algunas situaciones que causan desperdicio dejan de ocurrir, trayendo la reducción de costos. Por ejemplo:
- Productos fabricados fuera de las especificaciones que podrían generar doble trabajo para su corrección o incluso pérdida completa del producto;
- Producción en exceso que causaría gastos con almacenamiento, vencimiento de productos y falta de espacio para nuevos artículos;
- Máquinas ociosas que generan costos en la cadena productiva;
- Errores de transportes que resultan en multas, devoluciones y costos extras con entregas.
Otra consecuencia es el compromiso de los colaboradores con sus funciones. Al fin y al cabo, nadie quiere ser el responsable por acabar paralizando todo el proceso productivo, ¿no es cierto?
Al desarrollar y aplicar el concepto Just in Time, Toyota comenzó a mostrarse más eficiente que la competencia, entregando un producto de calidad y de forma muy rápida. Es por este motivo que la metodología pasó a ser replicada en industrias de diversos sectores.
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¿Cuáles son los requisitos para su aplicación?
Para aplicar la metodología Just in Time es esencial incluir también el concepto de producción ajustada, conocida también como lean manufacturing.
Se enfoca en el abastecimiento de las tiendas de acuerdo con los pedidos realizados y exige una buena relación con los proveedores para garantizar la entrega, así como el tamaño de los lotes.
También es necesario llevar en consideración que en Just in Time no es posible trabajar con una gran variedad de productos, ni con productos con demandas imprevisibles ni con grandes oscilaciones.
¿Cómo puede ser aplicada a una confección textil?
Si necesita trabajar en la reducción de costos de su confección y le interesó la filosofía Just in Time, el primer paso es cambiar la cultura organizacional de la empresa. A pesar de demandar tiempo y esfuerzo, esta tarea es necesaria y genera grandes beneficios.
Después, será imprescindible seleccionar un equipo realmente comprometido y multifuncional para que los procesos sean realizados de manera sincronizada y autónoma.
A pesar de parecer objetivos complicados, con los adelantos de la industria 4.0 ya existen soluciones tecnológicas que poseen funciones que colaboran, y mucho, para que sean alcanzados.
Con ellos, es posible realizar tareas como la recolección de datos de los rollos de tela en el momento que llegan del proveedor, generando un mapa de defectos que impiden que las prendas sean producidas con tejidos defectuosos, además de analizar cuál es el mejor corte para cada materia prima.
También es posible realizar el relajamiento de las telas en mucho menos tiempo, así como las pruebas de las muestras de tejido y otras tareas, reduciendo el tiempo de producción por completo. Básicamente, la tecnología puede facilitar mucho la implantación de Just in Time en su empresa, generando la reducción de costos. Basta adquirir los equipos adecuados.
Hablando de este tema, si quiere implantar este proceso o incluso optimizar su línea de producción, ¡descubra ahora por qué el sector textil necesita adecuarse a la industria 4.0!